Vuelvo a ti,
a tu recuerdo,
a tu sonrisa,
a tus sublimes besos.
Vuelvo a ti,
para alegrar mis viernes,
esos que adoraba cada fin de semana
cuando el sol caía
y la noche salía a nuestro encuentro.
Vuelvo a pensar en ti,
en las locuras
que los dos creamos,
en el mundo que anhelamos
vivir sin amarrarnos
sin reprocharnos,
cada pensamiento
cada pasado.
Vuelvo a soñar con tus manos
con tus halagos
con la supremacía de tus encantos,
los que me enamoraron
los que me cautivaron
esos que me llevaron cada noche
del doce al catorce
a vivir lo que el amor fue para mí
en tiempos de antaño.
Vuelvo para decirte
que extrañarte no es parte de mi rutina,
pero cada vez que mi mente
se transporta hasta tu morada,
anhelo poderte abrazar y escuchar
al ser que con su magia
llegó a mi vida
para de ella hacer un caos.
Vuelvo a ti para confiarte
que no te he olvidado
y que a pesar de
las malas decisiones tomadas
sigo insistiendo en la oportunidad
de volver a encontrarnos.
Vuelvo para pedirte,
que regreses al pasado,
y que me abraces así de sensato
cuando tuve mi recibimiento
en el pueblo manito.
a tu recuerdo,
a tu sonrisa,
a tus sublimes besos.
Vuelvo a ti,
para alegrar mis viernes,
esos que adoraba cada fin de semana
cuando el sol caía
y la noche salía a nuestro encuentro.
Vuelvo a pensar en ti,
en las locuras
que los dos creamos,
en el mundo que anhelamos
vivir sin amarrarnos
sin reprocharnos,
cada pensamiento
cada pasado.
Vuelvo a soñar con tus manos
con tus halagos
con la supremacía de tus encantos,
los que me enamoraron
los que me cautivaron
esos que me llevaron cada noche
del doce al catorce
a vivir lo que el amor fue para mí
en tiempos de antaño.
Vuelvo para decirte
que extrañarte no es parte de mi rutina,
pero cada vez que mi mente
se transporta hasta tu morada,
anhelo poderte abrazar y escuchar
al ser que con su magia
llegó a mi vida
para de ella hacer un caos.
Vuelvo a ti para confiarte
que no te he olvidado
y que a pesar de
las malas decisiones tomadas
sigo insistiendo en la oportunidad
de volver a encontrarnos.
Vuelvo para pedirte,
que regreses al pasado,
y que me abraces así de sensato
cuando tuve mi recibimiento
en el pueblo manito.
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