viernes, 1 de abril de 2016
La realidad del deseo
No fue más que un beso,
fue la pasión hecha deseo,
fue acariciarte con misterio
y abrir los poros de tu cuerpo.
No fue necesario hablar con miedo
para caer en tu juego,
para probarte con anhelo
y pronunciar cada silaba
mientras te elevo.
Eres un sueño con grandes antojos
eres un sol lleno de algunos escombros,
eres incierto pero en ocasiones perfecto,
más cuando sientas las bases
de ese ideal en la playa, vestido de blanco
y antorchas en los extremos
Aún no te quiero
pero quisiera la perfección de ese momento
el deber de un gran suceso
y que todo fuera eterno
Más caí nuevamente
en los brazos del funesto exceso
en los delirios de la carne
y el poder de tus labios ingenuos
pero no me arrepiento
más si vuelvo a pecar
espero que sea contigo
en la bella oscuridad
Haber si el atardecer
y el calor de las movidas olas
algún día evidencian
la felicidad en nuestras sonrisas
y el furor de nuestra manera de amar
Con pasión y sin ironías
un ángel que pide la sinceridad de tu vida
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